Hoy en día, es común buscar alternativas más saludables al azúcar, y entre los endulzantes naturales más populares se encuentran el fruto del monje y el xilitol. Aunque ambos se presentan como opciones más saludables para quienes quieren reducir su consumo de azúcar, tienen diferencias importantes que vale la pena conocer. Si estás considerando cuál de estos dos elegir, aquí te explicamos sus principales diferencias y por qué el xilitol puede ser la mejor opción.
¿Qué es el fruto del monje?
El fruto del monje es un endulzante natural derivado de una planta originaria del sur de China, conocida como Siraitia grosvenorii. Su dulzor proviene de compuestos llamados mogrósidos, que son entre 100 y 250 veces más dulces que el azúcar. Aunque no tiene calorías ni afecta los niveles de glucosa en sangre, el fruto del monje es un endulzante relativamente nuevo en el mercado, y todavía se están llevando a cabo estudios sobre sus efectos a largo plazo.
¿Qué es el xilitol?
El xilitol, por otro lado, es un tipo de azúcar que se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras. Su sabor es casi idéntico al del azúcar, tiene un 40% menos de calorías y un índice glucémico muy bajo (7), lo que lo convierte en una opción ideal para personas con diabetes o que desean reducir su ingesta de azúcar. Lo que hace al xilitol especialmente atractivo es que ha sido ampliamente estudiado durante décadas, y sus beneficios están respaldados por numerosos estudios científicos.
¿Por qué el xilitol es una mejor opción?
- Mayor respaldo científico: El xilitol ha sido objeto de estudios científicos desde hace más de 50 años. Estos estudios han demostrado no solo su seguridad, sino también sus beneficios adicionales, como la prevención de caries dentales y su capacidad para mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Aunque el fruto del monje es prometedor, la investigación sobre sus efectos a largo plazo es mucho más limitada.
- Mejor sabor: Una de las mayores ventajas del xilitol es su sabor. A diferencia del fruto del monje, que puede tener un regusto amargo o metálico para algunas personas, el xilitol tiene un sabor dulce y suave, muy similar al del azúcar tradicional. Esto lo convierte en una excelente opción para usar en recetas, bebidas y postres sin alterar el sabor original de los alimentos.
- Versatilidad y estabilidad: El xilitol se comporta de manera similar al azúcar al hornear o cocinar, mientras que el fruto del monje puede perder su dulzor o cambiar de sabor cuando se somete a altas temperaturas. Esto hace que el xilitol sea más versátil y fácil de incorporar en una variedad de platos.
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