El microbioma o microbiota consiste en trillones de microorganismos de diversas especies. No solo incluyen bacterias, sino también hongos, parásitos y virus. En nuestro cuerpo, habitan estos microorganismos de manera pacífica, contenidos en el intestino delgado y grueso así como en otras partes del cuerpo. Se ha etiquetado como un órgano de apoyo, ya que desempeña diferentes funciones diarias en el cuerpo. Te platicamos 5 cosas interesantes acerca de la microbiota:
- Cada uno de nosotros tiene una red única y la microbiota se determina por el ADN. Desde el nacimiento estamos expuestos a cierto tipo de microorganismos. Se considera como el segundo genoma humano, incluso podría ser un órgano con diferente actividad metabólica e inmunológica.
- Hay 10 veces más células microbianas en el intestino que en todo el cuerpo, con un total de aproximadamente 100 billones de microbios que representan hasta 5000 especies diferentes y pesan aproximadamente 2kg. Hay otros sitios donde existe la microbiota incluyendo piel, boca y vagina.
- Medicamentos como los antibióticos pueden afectar el patrón de la microbiota intestinal y en la edad temprana como en la niñez, puede cambiar el perfil bacteriano promoviendo anormalidades metabólicas y/o enfermedades autoinmunes
- Las bacterias intestinales están involucradas en la recolección de energía de los alimentos, equilibrando la composición bacteriana “buena y mala”, fabricando neurotransmisores como la serotonina, enzimas y vitaminas como la K y están involucradas con funciones inmunitarias y metabólicas
- La dieta parece tener una gran influencia más en la microbiota. Algunos alimentos procesados que contienen emulsionantes y compuestos similares a los detergentes pueden dañar el revestimiento intestinal, lo que podría provocar un “intestino permeable” e inflamación sistémica. Lo que contribuye a enfermedades inflamatorias como la diabetes y enfermedades del corazón. La fibra soluble e insoluble serán clave para promover la fermentación y garantizar un microbioma diverso. Así mismo, considerar el consumo excesivo de edulcorantes no calóricos, contenidos en bebidas y otros alimentos. Es importante destacar que los edulcorantes tipo poliol, tales como isomaltosa, maltitol y xilitol, se comportan como verdaderos prebióticos, alcanzando al intestino y aumentando el número de bifidobacterias.
Consulta con tu profesional la recomendación más adecuada para ti, para comenzar a tomar en cuenta la salud de tu microbiota intestinal.
Realizó: Inesti Salud en colaboración con la LNB. Carolina Ibarra y Anakaren Cerón
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